D. Aragón | Un cúmulo de adversidades arruina el sueño del ascenso
La acumulación de adversidades de las últimas semanas de competición dejó al Deportivo Aragón sin posibilidades de optar al ascenso a 1ª RFEF por la vía del PlayOff. Ayer, de forma dramática, un gol del Pontevedra en el último minuto de la primera eliminatoria puso punto y final a una temporada sobresaliente de los pupilos de Emilio Larraz.
Tras acabar en quinta posición del Grupo II de 2ª RFEF, el sorteo emparejaba a los zagales blanquillos con el histórico Pontevedra, equipo construido para un ascenso que estuvo peleando hasta las últimas jornadas frente a su gran rival del Grupo I, el Ourense que acabaría ascendiendo por la vía directa.
La eliminatoria se planteaba como un difícil reto para los blanquillos, ya que a la dificultad del rival había que añadir una serie de catastróficas desdichas, siguiendo el título de la saga literaria de Lemony Snicket; a las duras lesiones de Jaime Vallejo y Carlos Calavia se sumaban en la semana previa al encuentro de ida del PlayOff las de Keita y Sola además de las ausencias, convocados por el primer equipo, de Operé, Terrer, Cuenca y el ya consolidado en la plantilla de Víctor Fernández, Adrián Liso. En resumidas cuentas, la tarea se planteaba de dimensiones hercúleas.
En una Romareda soleada y calurosa, ante más de 5.000 espectadores, arrancaba la eliminatoria. El Pontevedra, mostrando su solidez y experiencia, comenzaba mandando en el juego e iba dejando pinceladas de peligro en el área de Acín hasta que rozando la media hora de juego Dalisson se inventaba una ocasión de la nada y fusilaba la meta blanquilla para poner por delante a los granas en la eliminatoria. Los gallegos no aprovecharon para ampliar la ventaja antes del descanso desconocedores de lo que llegaría en la segunda mitad.
Al poco de la reanudación, por si aún fueran pocas las bajas del filial, caía lesionado Chema Aragüés. Sin embargo, sería la entrada en el campo de Fabio Conte, al llegar al último cuarto de encuentro, lo que iba a dar un vuelco al partido y casi a la eliminatoria. En su primera intervención el mediapunta forzaba un córner que botaba Vaquero con temple, prolongaba Pau Sans desde el primer palo y el propio Conte remataba al fondo de la red levantando a la afición zaragocista presente en el Municipal. Ya en los minutos finales, Aitor Mañas, descomunal en su despliegue físico durante todo el encuentro, sacaba una falta en el borde del área para que Vaquero sacara la escuadra y el cartabón de su zurda y trazara un disparo seco y durísimo a la escuadra defendida por Edu Sousa, quien nada podía hacer ante el obús del canterano. Los de Larraz le daban la vuelta al encuentro y se ponían en ventaja de cara a la vuelta en Pasarón.
El filial recuperaba a Sola para el partido definitivo pero perdía al ya citado Aragüés por lesión y a Vaquero, convocado por el primer equipo para el trascendental encuentro ante el Racing de Ferrol. Por si fuera poco, convocatoria con sólo 12 jugadores senior y 6 juveniles, el Club decidió que el desplazamiento se realizara el día anterior al encuentro y por carretera, con parada previa en las instalaciones del Celta de Vigo en A Madroa para realizar una sesión de entrenamiento; resulta curioso, cuando no sorprendente, que algunas familias de los propios futbolistas hicieran el mismo recorrido pero en avión, con llegada al cercano aeropuerto de Santiago.
La utopía de pensar en una posible victoria en Pasarón pudo hacerse realidad tras un arranque con dominio pontevedrés, como no podía ser de otra manera, cuando superado el minuto 10 Pau Sans arrancó por banda izquierda, con mucho espacio por delante, encaró a su marcador y se aprovechó de un cruce de Fabio Conte, que creó confusión en los rivales, para frotar la lámpara de los deseos y ponerle el alma y la calidad a un disparo cruzado y con rosca que superaba a Sousa para entrar pegado al poste. El sueño se veía más cerca aunque quedaban más de 80 minutos de eliminatoria.
Las adversidades no parecían aún suficientes para eliminar a los de Larraz y a la media hora caía lesionado el central Reda, tras un mal poyo de su rodilla derecha. La situación parecía ya límite para el Aragón y más todavía cuando, todavía con Reda renqueante sobre el campo, Yelko Pino desbordaba tanto a Vacas como al propio Reda para entrar en el área y batir con un disparo cruzado a Acín.
En el segundo tiempo las ocasiones de los locales se sucedían y parecía cuestión de tiempo que llegara el gol; sobre el minuto 65 Acín salvaba una nueva ocasión grana pero dejaba el balón muerto en el área pequeña para que Toño Calvo pusiera el empate en la eliminatoria. De ahí al final, defensa heroica de los zagales, llegando a jugar el mediocentro Vacas como central los últimos minutos, ante un equipo muy superior en opciones y en recambios, para de manera dramática en el tiempo añadido de nuevo Toño Calvo aprovechaba un rechace en el borde del área para poner por delante en la eliminatoria a los locales. Aún le daría tiempo a los de Larraz, en unos minutos de añadió en los que los locales con el beneplácito arbitral consiguieron que no se jugara nada, de forzar alguna ocasión de peligro que llevo la incertidumbre a las gradas, pero todo esfuerzo era baldío ante tantos contratiempos y se certificaba la derrota.
No se puede acabar la temporada con mejores sensaciones por parte de un equipo, una familia, que ha luchado hasta el último minuto contra todo y contra todos. Larraz, que este curso sabía que su plantilla iba a ser mucho más protagonista del juego de lo que podía serlo en el anterior, supo ir adaptando a las peculiares características de este Grupo II de 2ª RFEF a sus futbolistas. Unos jugadores que han mostrado un nivel de confianza brutal en sus posibilidades y en su juego, comandados por una parte por un grupo joven pero con experiencia en la categoría (Acín, Juan Sebastián, Vallejo, Operé, Vaquero, Conte, Cuenca, Mañas…) acompañados por otros recién salidos de su etapa juvenil pero que han demostrado no sólo calidad sino personalidad (Cortés, Sans, Aragüés…), y finalizan una temporada sobresaliente que puede suponer la consolidación de un proyecto de cantera asentado en la categoría y con aspiraciones de poder buscar, dependiendo del nivel de las generaciones próximas, un ascenso a una categoría superior. Lo que sí es realmente relevante es el ejemplo que dejan para esas generaciones venideras de cómo partiendo de la armonía y los objetivos colectivos se multiplican las posibilidades de éxito tanto grupales como individuales, ahí quedan los ejemplos de Liso, Vaquero, Terrer o Cuenca.
Por Dani Marcén
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